sábado, septiembre 23, 2006

Los 47 Samurai de la

Los 47 Samurai de la Casa de Asano.












Ayer 13 de mayo del 2006, después de muchos años de espera, visite con Cecilia el Templo de Sengakuji, donde están enterrados los 47 samurai de la casa de Asano, la visita la hicimos un Sábado lluvioso y entramos con las indicaciones de un monje budista del templo, al llegar al sitio donde están las tumbas, un gong de la campana del templo empezó a sonar y se inicio un mantra que acompañaba el ritmo del resonar de la campana. Mientras escuchábamos extasiados este final mágico de nuestra visita fuimos invitados por el empleado del lugar a dejar el templo y cementerio, ya no quedaba nadie mas, y nos retiramos con respeto por haber llegado, por haber sido esperados y con agradecimientos por la despedida que nos dieron dejamos a los 47 Samurai.

Esta Historia nos ha fascinado a mi hermano Ricardo y a mi, desde que la conocimos, probablemente la primera vez que la escuche fue de boca del propio Ricardo, comentando un relato de Marguerite Yourcenar, en su libro Otra vuelta por mi Mundo ( Nouvelles orientales ( cuentos , 1938) ).

Los motivos de su atracción y de la lealtad popular que provoca, esta enraizada en la tensión siempre presente entre amo y señor, sobre la lealtad y sus imites, y sobre las opción de cómo ejercer su lealtad.

Los 47 Samurai, dedicaron su vida, a vengar a su señor, cuyo comportamiento había sido inmaduro, en la persecución de su venganza se prepararon para tener éxito e inmolarse, a costa de rebajarse de su condición de Samurai, y cumplieron su palabra. Ejercieron su juicio, actuaron con autonomía, y pusieron en jaque al gobierno de su país, no por los hechos de conducta, sino por los principios que honraron. Fueron más grandes que sus líderes, y fueron únicos.


Quema de incienso en las tumbas donde yacen los 47 Ronin en Sengaku-ji.

La historia de Los 47 Ronin (También conocida como Los 47 Samurai, La Venganza Akō, o en Japonés como la "akō rōshi" (赤穂浪士 Akō Wandering Samurai) o el "genroku akō jiken" (元禄赤穂事件 Genroku Akō Incidente)) es la arquetípica historia Japonesa. Descrita por un connotado académico japonés, como “la leyenda nacional” del país [1], cuenta el caso mas famoso que involucra el código de honor del samurai, bushido. Muchos consideran que los 47 Ronin demostraron un gran bushido al hacer lo que hicieron, pero otros han escrito que Ōishi y sus hombres fallaron en bushido, ya que sus acciones probaron que ellos no entendían realmente el camino del Samurai. La historia cuenta de un grupo de samurai que se quedaron sin su líder (convirtiéndose inmediatamente en ronin ) después que su amo fue obligado a cometer seppuku (un suicidio ritual) por asaltar a un oficial de la corte del Shogun llamado Kira, que lo había insultado. Ellos vengaron a su amo matando al oficial de la corte después de hacer planes y esperar pacientemente por más de un año. Como consecuencia de sus actos ellos a su vez fueron obligados a cometer seppuku por haber cometido el crimen de asesinato, como ellos sabían desde un principio – la historia es sobre el honorable cumplimiento de la venganza, especialmente en el nombre de un líder honorable.
El problema es que ellos desperdiciaron un año esperando por el “momento correcto” para su venganza. Fue Yamamoto Tsunetomo, autor del Hagakure, que hizo la famosa pregunta: “¿Que habría sucedido, si 9 meses después de la muerte de Asano, Kira hubiese muerto de una enfermedad?”. La respuesta obviamente es que los 47 ronin hubiesen perdido su única posibilidad de vengar a su amo. Aunque ellos hubieses declarado, que su comportamiento disipado fue solo una actuación, que faltaba un solo un poco de tiempo más y hubiesen estado listos para ejercer su venganza, ¿quien les habría creído? Ellos habrían sido recordados por siempre como cobardes y borrachos - trayendo una vergüenza eterna al clan Asano. La correcta actuación de los ronin, escribió Yamamoto, de acuerdo al propio bushido, era atacar inmediatamente a Kira y a sus hombres, después de la muerte de Asano. Los ronin probablemente hubiesen sido derrotados, ya que Kira estaba preparado para un ataque en ese momento – pero esa derrota segura no tenia ninguna importancia. Ōishi estaba demasiado obsesionado con el éxito. Su elaborado plan fue concebido para asegurar absolutamente que tendrían éxito en la muerte de Kira, lo que no es una preocupación correcta para un samurai: lo importante no era la muerte de Kira, era que los samurai de Asano demostraran un coraje y determinación sobresaliente, en un ataque decidido al castillo de Kira, y de esa manera obtener honor y gloria imborrables para su difunto amo. Aun si hubiesen fallado en matar a Kira, aunque todos hubiesen perecido, no hubiese tenido importancia alguna, ya que victoria o derrota no tienen ninguna importancia en el bushido. Al haber esperado un año para mejorar sus posibilidades de éxito, arriesgaron deshonrar el nombre de su clan, que es la peor falta que un samurai puede cometer. Es por esto que Yamamoto Tsunetomo y muchos otros sostienen que la leyenda de los 47 ronin es una buena historia de venganza – pero de ninguna manera es un ejemplo de bushido.

Los hechos originales

Nota: La versión que aquí utilizo esta basada en Mitford, que se sabe contiene numerosos errores históricos.

La historia se popularizo en numerosas obras incluyendo bunraku y kabuki; los nombres fueron cambiados porque las leyes de censura del shogunate prohibían la representación de los hechos que acaecieron. Los nombres que utilizo en el relato siguiente son los de las personas reales. Sin embrago esas obras fueron dramáticas, y sin ninguna pretensión de veracidad histórica, y la mas popular (el Chushingura) se toma numerosas libertades. Mientras la versión que recogen los autores de las obras han sido aceptados como los hechos históricos por algunos, el Chushingura fue escrito alrededor de 50 años después de que acaecieron los hechos, y numerosos registros históricos acerca de los hechos datados con anterioridad al Chushingura aun sobreviven. Aunque las Fuentes difieren en diversos detalles, la versión que recogí, parece estar cuidadosamente construida a partir de diversas Fuentes históricas, incluyendo algunos registros de personas que presenciaron diferentes partes de los hechos.

Contexto para los hechos.

En 1701 (de acuerdo al calendario occidental), dos daimyo, Asano Takumi-no-Kami Naganori, el joven daimyo de Akō (un pequeño feudo 0 han en la parte occidental de Honshu), y Kamei Sama, les fue ordenado que prepararan una recepción en honor de los enviados del Emperador Higashiyama del Japón a Edo, durante el protocolo de saludo sankin kotai al Shogun.
Ellos debían ser instruidos en la necesaria etiqueta de la corte por Kira Kozuke-no-Suke Yoshinaka, un poderoso funcionario en la jerarquía del shogunado de Tokugawa Tsunayoshi. Kira se enemisto con ellos, presuntamente debido ya sea a los pequeños regalos que le ofrecieron (en compensación por el tiempo que le tomaría instruirlos) o porque no ofrecieron los sobornos que el esperaba le ofrecieran. Otras fuentes citan que Kira era un individuo rudo y arrogante, o que era corrupto, lo que ofendió a Asano, un Confucian de una rígida moral. En cualquier caso Kira los trato despectivamente, insultándolos y no se molesto en enseñarles sus deberes apropiadamente.
Mientras Asano soporto todo esto estoicamente, Kamei Sama se enfureció y se prepara para matar a Kira y vengarse de sus insultos. Sin embargo la apropiada actuación de sus consejeros, evito un desastre para su señor y su clan (ya que todos hubiesen sido castigados si Kamei hubiese matado a Kira), al entregar discretamente un soborno de una cifra importante. A partir de ese momento Kira empezó a tratar a Kamei Sama con mucha atencion lo que calmo su enojo.
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Sin embargo, Kira continuaba tratando duramente a Asano, ya que estaba molesto que este no hubieses emulado a su compañero. Kira se mofo de el y lo humillo públicamente. Finalmente Asano ya no pudo contenerse. Perdió su serenidad y ataco a Kira con una daga, pero solo lo hirió en la cara con su primer golpe, el segundo fallo y dio en un pilar. Los guardias actuaron rápidamente y los separaron.
La herida de Kira, distaba mucho de ser seria, pero atacar a un oficial del shogunato, dentro del Castillo de Edo, residencia del Shogun, era una ofensa grave; cualquier clase de violencia, aun desenvainar una espada, estaba completamente prohibida. (Algunas fuentes dicen que el crimen de Asano fue dañar una preciosa puerta de corredera dorada cuando lanzo su wakizashi sobre Kira). Como consecuencia de sus actos Asano fue ordenado a cometer seppuku ese mismo día, sus bienes y tierras fueron confiscadas después de su muerte, su familia quedo completamente arruinada y sus partidarios se convirtieron en ronin.
La noticia fue llevada por Ōishi Kuranosuke Yoshio, principal consejero de Asano, que tomo el comando, traslado a la familia de Asano y entrego el castillo a los agentes del gobierno.


El complot de los ronin.

De los mas de 300 hombres de Asano, 47 (algunas fuentes dicen que originalmente eran mas de 50) – y especialmente su líder Ōishi – se rehusaron a permitir que su señor no fuese vengado, aunque la venganza estaba explícitamente prohibida en este caso. Se dispersaron, después de juramentarse en secreto para vengar a su señor matando a Kira, sabiendo que serian severamente castigados.
Sin embargo, Kira estaba muy bien protegido, y su residencia había sido fortificada para prevenir cualquier ataque. Los 47 ronin, vieron que debían lograr que Kira bajara su guardia antes que ellos pudiesen tener éxito. Para calmar las sospechas de Kira y otras autoridades del shogunado, ellos se dispersaron convirtiéndose en mercaderes o monjes. El propio Ōishi se mudo a Kyoto, y empezó a frecuentar burdeles y tabernas, como si nada estuviese mas lejano de sus intenciones que una venganza. Kira aun temía una trampa, y enviaba espías para observar los movimientos de los partidarios de Asano.
Un día, Ōishi volvía borracho de alguna querencia, tropezó en la calle y se quedo dormido, todos los que pasaban se reían de el. Un hombre Satsuma, que pasaba por ahí, se enfureció por su compartimiento de parte de un samurai – tanto por su falta de coraje para vengar a su señor como por su comportamiento pervertido. El hombre Satsuma, abuso de el y lo insulto, dándole un puntapié en la cara (el tocar siquiera la cara de un samurai, era un gran insulto, mucho mas golpearlo), y lo escupió.
No mucho después, la esposa de Ōishi por veinte años lo visito y se quejo por haber llevado sus actos tan lejos. El se divorcio en el acto, y la envió con sus dos hijos más pequeños; el mayor Chikara permaneció con su padre. En lugar de se esposa, el padre trajo una joven y bella concubina.
Los agentes de Kira, le informaban en detalle, y poco a poco se fue convenciendo que estaba a salvo de los partidarios de Asano, los que por cierto debían ser todos muy malos samurai, sin el coraje de vengar a su señor, y no presentaban peligro alguno; Kira relajo entonces su guardia.
El resto de los partidarios leales se reunieron en Edo, y en sus roles como trabajadores y comerciantes, lograron tener acceso a la residencia, se familiarizaron con el lugar, con la disposición de la casa y con todo el personal que había en la residencia. Uno de los partidarios (Kinemon Kanehide Okano), llego al extremo de casarse con la hija del constructor de la residencia para poder obtener los planos. Todo esto era informado a Ōishi. Otros juntaban armas y secretamente las llevaban a Edo, lo que era otra ofensa grave.


El Ataque


En 1702, cuando Ōishi estaba absolutamente convencido que Kira estaba completamente con la guardia baja, y todo estaba preparado, viajo desde Kyoto, evitando los espías, que lo observaban, y el grupo se reunión en un lugar secreto en donde renovaron su juramento.
Temprano en la mañana del14 de Diciembre, con un fuerte viento y una fuerte nevada, Ōishi y los ronin, atacaron la residencia de Kira Yoshinaka en Edo. De acuerdo a un plan cuidadosamente elaborado, formaron dos grupos, y atacaron con espadas y arcos. Un grupo, dirigido por Ōishi, debía atacar la puerta principal, el otro, liderado por su hijo Ōishi Chikara, debía atacar la residencia por la puerta trasera. Un tambor debía iniciar el ataque simultáneo, y un silbido era la señal para indicar que Kira había muerto.
Una vez que Kira estuviese muerto, planeaban cortar su cabeza, y llevarla como ofrenda a la tumba de se señor. Y luego quedarían a la espera de su sentencia de muerte. Todo esto había sido confirmado en una cena final, donde Ōishi les había pedido que fuesen cuidadosos y que excusaran a las mujeres, los niños y otras personas desvalidas.
Ōishi hizo que cuatro hombres escalaran la tapia y entraran en la casa del guardia, capturando y atando a los que guardias que ahí había. Luego envió mensajes a las casas vecinas, para explicar que ellos no eran ladrones, sino que partidarios que bisecaban vengar la muerte de su señor, y que no les provocarían ningún daño; que estaban perfectamente seguros. Los vecinos, todos los cuales odiaban a Kira, no hicieron nada.
Después de disponer de algunos arqueros en el techo, para prevenir que los de la casa (que aun no se habían despertado) enviaran por ayuda, Ōishi hizo sonar el tambor para dar inicio al ataque. Diez de los partidarios de Kira opusieron resistencia, pero el grupo de Ōishi Chikara pudo irrumpir en la parte trasera de la residencia.
Kira, en medio del terror, busco refugio en un closet en la veranda, junto con su esposa y sus sirvientes mujeres. El resto de sus partidarios, que dormían en las barracas exteriores, intentaron ingresar a la casa en su rescate. Después de superar a los defensores de la puerta principal, los dos grupos del padre y del hijo se unieron, y lucharon con los partidarios que intentaban ingresar. Estos últimos, percibiendo que estaban siendo derrotados, intentaron enviar por ayuda, pero sus mensajeros fueron aniquilados por los arqueros que estaban ubicados con ese fin.
Finalmente, despues de una fiera lucha, los últimos de los partidarios de Kira fueron sometidos; en el proceso fueron muertos 16 de los hombres de Kira y 22 ellos fueron heridos, incluyendo su nieto. De Kira sin embargo no había rastro. Buscaron por toda la casa, pero lo único que encontraron fueron mujeres y niños llorando. Empezaron a desesperarse, pero Ōishi reviso la cama e Kira, y la encontró aun tibia, por lo que estaba seguro que no podía estar muy lejos.

La Muerte de Kira

Una nueva búsqueda, descubrió una entrada a un courtyard secreto detrás de un gran scroll; el courtyard tenía un pequeño edificio para almacenar carbón y leña, donde 2 partidarios de Kira que se escondían ahí fueron vencidos y matados. Una búsqueda dentro de este edificio encontró un hombre escondido; este los ataco con una daga, pero fue fácilmente desarmado.
Este hombre rehusó decir quien era, pero ellos estaban seguros que este era Kira, e hicieron sonar el silbato. Los ronin reunidos y Ōishi, con una linterna, vieron que efectivamente era Kira – y como una prueba final, en su cabeza aun estaba la cicatriz del ataque de Asano.
En ese momento, Ōishi se arrodillo, y en consideración al alto rango de Kira, se dirigió a el respetuosamente, informándole que eran partidarios de Asano, y que venían a vengarlo como correspondía a verdaderos samurai, y lo invito a morir como un verdadero samurai, matándose el mismo. Ōishi le indico que el personalmente actuaría como un segundo , y le ofreció la misma daga que Asano había usado para matarse.
Sin embargo, no importaba cuanto le rogaba, Kira se agachaba, sin decir palabra y temblaba. Al final, viendo que era inútil pedírselo, Ōishi ordeno a los ronin que lo ataran a un palo, y el mismo mato a Kira cortándole la cabeza con su daga. Después apagaron todas las lámparas y fuegos en la residencia (para que no se provocara accidentalmente un fuego, y empezara un incendio que pudiese afectar a las casas de los vecinos) y se alejaron del lugar llevando la cabeza. Uno de los ronin, el más joven, recibió la orden de dirigirse a Akō para informar que la venganza había sido completada.

Epilogo


Como el día empezaba a clarear, rápidamente llevaron la cabeza de Kira a la tumba de su señor en el templo de Sengaku-ji , causando una gran agitación en el camino. La noticia se había esparcido rápidamente informando lo que había acontecido. Todos los que encontraban en su camino los alababan y les ofrecían comida y descanso.
Al llegar al templo, los restantes 46 ronin, lavaron y limpiaron la cabeza de Kira en un pozo, y la colocaron junto con la fatídica daga, delante de la tumba de su señor. Después ofrecieron plegarias en el templo, y le dieron al abad del templo todo el dinero que les quedaba, pidiéndoles que los enterrara decentemente y ofreciera plegarias por ellos. Una vez hecho esto, se entregaron; el grupo fue dividido en cuatro grupos y cada puesto bajo el cuidado de cuatro diferentes daimyos.
Durante ese tiempo, dos amigos de Kira vinieron a buscar su cabeza para enterrarla; el templo tiene aun el recibo original por la cabeza, el cual fue firmado por los amigos de Kira y los monjes.
Los oficiales del shogunato estaban en un dilema. Los samurai habían seguido los preceptos del bushido (vengado la muerte de su señor) pero también habían desafiado la autoridad del shogunado (por ejercer una venganza que había prohibida). El shogunado había recibido también un sin numero de peticiones, del pueblo que admiraba lo realizado por los samurai. Sin embargo, como era de esperar fueron sentenciados a morir, pero el Shogun resolvió el dilema, ordenándoles que honorablemente cometerían seppuku, en vez de dejar que fuesen ejecutados como criminales.
Los 46 ronin cometieron seppuku el February 4, 1703. (Esto ha causado una considerable confusion desde entonces, ya que algunos se refieren a los 46 ronin; referiendose al grupo que murio por orden del shogun. El grupo que participo en el ataque fueron 47). Los samurai también fueron enterrados en el templo de Sengaku-ji, como lo habían solicitado, en frente de la tumba de su señor. El samurai numero 47, volvió de su misión, y fue perdonado por el shogun (algunos dicen a causa de su juventud). Vivió hasta la edad de 78 años y fue sepultado con sus camaradas.
Las ropas y armaduras aun se guardan en el templo hasta el día de hoy, junto con el tambor y el silbato. Todas las armaduras fueron hechas en las casas, ya que no podían comprar ninguna para no levantar sospechas.
Las tumbas son un lugar de gran veneración y la gente acude a hacer sus oraciones. Uno de los que concurrió fue un hombre Satsuma, el mismo que se había mofado y escupido Ōishi cuando estaba tumbado borracho en la calle. Dirigiéndose hacia las tumbas, imploro por ser perdonado por sus acciones, y por creer que Ōishi no era un verdadero samurai; después se suicidio, y sus restos fueron enterrados junto a las tumbas de los ronin.

Re-establecimiento del señorío de Asano

Aunque sus actos siempre se ven como un acto de lealtad, tenía un segundo objetivo, restablecer el señorío de Asano y encontrar un lugar donde pudieran servir sus compañeros samurai. Cientos de los samurai que habían servido bajo Asano, se habían quedado sin trabajo y muchos no habían podido encontrar uno, por que habían servido a una familia que había caído en desagracia. Muchos vivian como granjeros o gracias a simples trabajos de artesanía. Los actos de los 47 ronin limpiaron sus nombres y muchos de los samurai desempleados encontraron un trabajo tan pronto como los 47 ronin fueron sentenciados a una muerte honorable.
Asano Daigaku Nagahiro, el hermano menor de Takuminokami y su hijo adoptivo como su heredero recibieron el permiso del shogunato de Tokugawa para restablecer su nombre, aunque su territorio fue reducido a un décimo de su tamaño original.