Carta a Bernardita
Santiago 27 de Marzo de 2005
Mi querida Hija,
Mi niña, mi belleza.
Será porque los 30 son una edad especial, marcan tu paso a ser adulto pleno, una mujer hecha y derecha, que me acordado mucho de ti en este cumpleaños y me recorren muchos pensamientos.
Uno de gran alegría, por tenerte como hija, por haber contribuido a tu existencia, por recibir tus abrazos, tu ternura, tus preocupaciones y por habernos dado espacio para conversar e intentar resolver lo que hayamos podido.
Me alegra verte, emprendiendo tu camino, formando una familia, iniciando tu vida, trazando tu destino, haciendo cargo de tus opciones y creándote mundos posibles. Me agrada el que mantengas también a nuestra familia unida, y que nos ayudes a que con tus hermanos estemos juntos y compartamos.
No te ha sido fácil el camino, ni como llegaste hasta aquí; se de parte de tus dificultades, esfuerzos y caídas, y de tus dolores. Pero me da mucho orgullo, verte adonde has llegado, porque hija te lo has ganado tu sola; y has construido sobre bases fuertes, serás cada vez mas una mejor madre, profesional y esposa.
Y durante ese camino, lamento mucho el no haber podido ayudarte, ni haber estado a tu lado, con la fuerza y entendimiento que necesitabas. Me doy cuenta que podríamos haber hecho todo muy diferente, y siempre tengo esa sensación de no haber hecho lo suficiente.
Siempre nos hemos dado otra oportunidad, y tu y yo hemos vuelto a confiar. Tengo mucho que aprender de cómo ser lo que tu necesitas como padre, en cada etapa que emprendas. Quiero darte, con el balance que cada momento requiera, la confianza en ti misma, aclararte tus dudas, apoyarte en tus decisiones, aceptar tu identidad, y respetar los derechos y deberes que tienes., No quiero nunca mas volver a no estar, pero tampoco quiero sobreprotegerte y anular tu crecimiento.
Hemos tenido una gran alegría con el nacimiento de la Florencia. Es bonita, alegre, se parece a ti, y crece como una niña aventajada; su crecimiento y su camino, serán tu compañía durante el resto de tu vida. La tristeza que has sentido, la angustia, y el dolor, son nada frente al misterio de la vida, ella superara todo eso, con nuestra ayuda y con sus propias fuerzas, y relumbrara su camino haciendo añicos las debilidades que podrá tener, porque tiene fuerzas y familia para intentarlo todo. Enfrenta su crecimiento con fe, con confianza en ella, y que nos sienta incondicionalmente de su lado. No podemos cambiar todo, pero lo que podamos lo haremos.
No se escriben 30º años de padre e hija en una hoja, y queda mucho fuera de este recorrido. Pero miro con gran interés, con ilusión y con confianza en ti, los próximos 30 en la esperanza que el Señor me permita acompañarte.
Un beso y Feliz Cumpleaños hija mía
<< Home